¿Qué es el exorcismo?
¿Qué es el exorcismo?
El
exorcismo constituye una antigua y particular forma de oración que la Iglesia
emplea contra el poder del diablo
Por:
Varios | Fuente: Varios
El exorcismo en el
Catecismo de la Iglesia Católica
Catecismo #1673
El exorcismo es una antigua y
particular forma de oración que hace un ministro ordenado de la Iglesia, en
nombre de Jesucristo y por el poder que Jesucristo ha otorgado a su Iglesia
para liberar del poder de Satanás, demonio. Por lo tanto no es oración personal
sino de la Iglesia.
Los exorcismos pueden ser simples o
solemnes.
El exorcismo simple se reza en el rito
del bautismo.
El exorcismo solemne es un sacramental
que sólo puede ser válidamente celebrado por un sacerdote con el permiso del
Ordinario (obispo) del lugar. El obispo da permiso al sacerdote para cada caso
o puede, con el permiso de la Santa Sede, formalmente otorgar a un sacerdote el
oficio de exorcista. En ese caso el sacerdote está facultado para exorcizar y
no necesita un permiso particular para cada caso.
Solo el exorcista con la debida
licencia puede verificar la verdadera posesión diabólica. Es un proceso difícil
en el que se deben descartar causas naturales.
Según el Padre Amorth, exorcista de
Roma, el poder de expulsar demonios que Jesús confirió a todos los creyentes
conserva toda validez. Es un poder general basado en la fe y en la oración, y
puede ser ejercido por individuos o comunidades sin ninguna autorización. Sin
embargo, en este caso, se trata de plegarias de liberación, y no se deben
llamar exorcismos. Sólo al sacerdote autorizado, además de al obispo
exorcizante, corresponde el nombre de exorcista.
En algunas diócesis hay laicos que han
sido preparados para el ministerio de liberación (no exorcismo) bajo la
dirección de un sacerdote. La liberación es oración para liberar de la opresión
del demonio pero sin utilizar el rito de exorcismo. Nadie debe ejercer este
ministerio sin autorización de la Iglesia.
Jesús vino a liberarnos del poder de
Satanás y darnos la gracia de ser hijos de Dios.
Jesús impartió su poder liberador a sus
discípulos para que ellos y sus sucesores continuaran la misión de liberación y
exorcismo en su nombre. Por lo tanto el
protagonista en el exorcismo es Dios a través de su ministro y no el
demonio.
El exorcista ante todo busca llevar la
persona atribulada a un encuentro personal con Jesús. Para ello es
necesario apertura a los canales de gracia en la Iglesia: la confesión, la
eucaristía, la meditación de la Palabra, la comunidad, la catequesis... Es un
camino de fe en al que se invita también a la familia Cf. Mc 9, 14-29.
Necesidad de diagnóstico y la prudencia
Actualmente muchos viven una fe
supersticiosa o de superstición y muchos tienden a no hacerse responsables, no
saben afrontar el sufrimiento y atribuyen todo trastorno físico o espiritual a
la acción del demonio. Pero frecuentemente el remedio es una
verdadera y sincera confesión. Cuando en cambio se percibe aversión
a lo sagrado, enfermedades desconocidas o incluso síntomas difíciles de
identificar, es posible que sea necesario el exorcismo. La presencia demoníaca
de cualquier forma hay que diagnosticarla en cada caso. En cambio debería haber
más dedicación a la ascesis, a la oración, a la penitencia. La mentalidad popular ha exagerado los poderes de Satanás, que son los
de un ángel común.
En la vida diaria para defenderse del
mal basta con ser coherentes con el Evangelio, no tener miedo de testimoniar la
propia fe y cuidar la propia relación con Dios. A veces es Dios mismo quien
permite que algunos sean vejados u obsesionados; piénsese en algunos santos.
Pero en estos casos nos hallamos ante planes divinos para nosotros
impenetrables. (Corazones.org)
Durante
la audiencia pública del 3 de Junio de 1998, El Papa Juan Pablo II habló de los
deberes del exorcista y en 1999 se publicó el rito de exorcismo que remplaza al
del 1614.
La Congregación para el Culto Divino y la
Disciplina de los Sacramentos, presentó el nuevo rito de exorcismos en enero
del 1999. El prefecto de dicha congregación, el Cardenal Medina, enseñó en
dicha ocasión los siguientes puntos:
¿QUÉ ES EL EXORCISMO?
"El exorcismo es una antigua y
particular forma de oración que la Iglesia emplea contra el poder del
diablo".
Catecismo #1673:
"Cuando
la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una
persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída
a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf.
Mc 1:25s), de El tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. (cf. Mc
3:15; 6:7.13; 16:17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la
celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un
sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con
prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El
exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco
gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia."
"Muy distinto es el caso de las
enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica.
Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se
trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad." (cf. CIC can.
1172).
En
que se fundamenta: El exorcismo tiene como punto de partida la fe de la Iglesia,
según la cual existen Satanás y los otros espíritus malignos. La doctrina
católica nos enseña que los demonios son ángeles caídos a causa de sus pecados,
que son seres espirituales de gran inteligencia y poder".
¿Por qué hace falta?: La capacidad del
hombre de acoger a Dios "es ofuscada por el pecado, y a veces el mal ocupa
el puesto en el que Dios quiere vivir. Por eso, Jesucristo ha venido a liberar
al hombre del dominio del mal y del pecado. (...) Jesucristo expulsaba los
demonios y liberaba a los hombres de las posesiones de los espíritus malignos
para hacerse espacio en el hombre".
¿Cuánto poder tiene Satanás? "El poder
de Satanás no es infinito", sin embargo el que Dios permita que seamos
tentados "es un gran misterio".
¿Cómo nos influencia el demonio? "El
influjo nefasto del demonio y de sus secuaces es habitualmente ejercitado por
medio del engaño, la mentira y la confusión. Así como Jesús es la Verdad, el
diablo es el mentiroso por excelencia. Desde siempre, desde el inicio, la
mentira ha sido su estrategia preferida".
¿Ha cambiado la doctrina de la Iglesia
sobre el exorcismo? No ha cambiado. Solo han habido algunos cambios en el
lenguaje del rito. "Entre el rito anterior y el nuevo hay una gran
continuidad; no existe un cambio radical. El lenguaje es más sobrio; hay menos
adjetivos, pero la expresión de la fe en el poder de Dios para expulsar al
demonio es la misma en ambos casos".
Criterios para discernir posesión diabólica
según el nuevo ritual del exorcismo.
La principal es:
Junto con esta pueden darse otros fenómenos
que por si solos podrían ser don de Dios pero en el caso de posesión se
manifiestan para el mal:
-El hablar con muchas palabras de lenguas
desconocidas o entenderlas.
-Hacer presentes cosas distantes o
escondidas.
-Demostrar más fuerzas de lo normal.
¿Puede el demonio tener influencia sobre
lugares, objetos y personas? Si. Esta realidad se reconoce en el ritual de
exorcismos.
¿Hay diferentes formas de influencia
demoníaca además de la posesión? Si. En el presente ritual se encuentran el
rito el exorcismo propiamente dicho y las oraciones que hay que recitar
públicamente cuando se juzga prudentemente que existe una influencia de Satanás
sobre lugares, objetos o personas, sin llegar a la fase de una posesión
verdadera y propia. Además, existe una serie de oraciones que los fieles deben
rezar privadamente cuando tienen fundadas sospechas de que son sometidos a
influencias diabólicas.
Súplicas que pueden ser utilizadas
privadamente por los fieles en la lucha contra el poder de las tinieblas.
Ritual Romano de exorcismos y otras súplicas, Apéndice II
¿Quién puede practicar el exorcismo? En
la pregunta anterior vimos que el nuevo ritual contiene oraciones que los
fieles pueden rezar cuando están sometidos a influencias diabólicas. Sin
embargo, "Para practicar el exorcismo es necesaria la autorización del
obispo diocesano, que puede ser concedida para un caso específico o de un modo
general y permanente al sacerdote que ejercita el ministerio de exorcista en la
diócesis".
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